Hoy en día estamos expuestos a mucho ruido porque constantemente nos bombardean con diferentes ruidos. Además, el nivel de ruido en la vida cotidiana ha aumentado significativamente en las últimas décadas.
Hoy en día, el día a día en la oficina también se caracteriza por el ruido constante. Se vuelve muy ruidoso muy rápidamente, especialmente en oficinas de planta abierta. Esto tiene un impacto enorme en nuestro bienestar y salud. Se estima que el rendimiento de los empleados disminuye entre un 5 y un 10 por ciento en entornos de oficina ruidosos, siendo las conversaciones el mayor factor perturbador. Nuestro cerebro logra ignorar muchas cosas a través de efectos de habituación, pero las conversaciones no son una de ellas. El procesamiento del lenguaje en el cerebro funciona de forma continua y, por tanto, requiere energía.
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